Conocer la anatomía de los genitales femeninos (externos e internos) es clave para resolver dudas de nomenclatura y así entender información sobre la salud sexual y reproductiva de la mujer, que trataré en próximos artículos del blog.
¡Guárdate este artículo para poder repasarlo si te surgen dudas!
El sistema reproductor femenino es el conjunto de órganos que van a permitir llevar a cabo la función sexual y reproductiva de las mujeres. Este sistema está formado por un conjunto de órganos que se engloban dentro de los genitales externos, aquellos que podemos observar con la inspección, y los internos, los que no se pueden observar sin la ayuda de instrumentos como el espéculo.
Genitales externos
Llamamos genitales externos a la vulva y podemos localizar en ella las siguientes estructuras.
- Monte de Venus: zona de la vulva con vello púbico que se extiende desde el pubis hasta los labios mayores.
- Labios mayores y menores: repliegues que encontramos en la vulva. Los labios mayores son más externos y se hallan recubiertos de vello, y los labios menores son internos y no se hallan recubiertos de pelo.
- Clítoris: En la unión de los labios menores de la vulva se encuentra el clítoris (con una gran sensibilidad nerviosa)
- Vestíbulo vulvar: es la zona que queda rodeada por los labios menores y donde podemos observar la desembocadura de la uretra y el inicio de la vagina.
En el vestíbulo vulvar se hallan diferentes glándulas que contribuyen a la correcta lubricación de la zona. Las más conocidas son las Glándulas de Bartholino y las glándulas vestibulares.
Genitales internos
- Vagina: Es un conducto de unos 8-11 cm que se extiende desde el vestíbulo vulvar hasta el cuello de la matriz. Tiene una parte anterior que es más larga que la posterior. Es un órgano elástico que puede modificar su longitud y diámetro en determinadas situaciones como las relaciones sexuales o el momento del parto.
- Útero: También conocido como matriz. En el útero o matriz podemos diferenciar dos partes: el cuerpo uterino y el cuello uterino:
- El cuerpo uterino, que es el órgano donde se desarrollará el feto en caso de embarazo. Está formado por tres capas:
- Endometrio: capa más interna del cuerpo uterino y que prolifera durante la primera parte del ciclo menstrual preparándose para un posible embarazo. En caso de no producirse, el endometrio se descamará y dará lugar a la menstruación.
- Miometrio: es la capa muscular del cuerpo uterino y es el responsable de la contractilidad uterina, tan importante en el momento del parto.
- Serosa: es la capa más externa del cuerpo uterino y que está en contacto con el resto de órganos pélvicos.
2. Cuello de la matriz (también denominado cérvix) es un cilindro de unos 4 cm de longitud que comunica el cuerpo uterino con la vagina. En el cérvix podemos distinguir las siguientes partes:
- Ectocérvix: tejido en contacto con la vagina y más expuesto a “agresiones externas”.
- Endocervix: zona interna del cérvix que forma el canal endocervical.
- La parte inferior del cérvix se denomina OCE (Orificio Cervical Externo) y la parte superior OCI (Orificio cervical Interno)
El cérvix es el que mantiene en contacto la vagina con la cavidad uterina. Permite el paso de los espermatozoides hacia la cavidad y posteriormente a las trompas y la salida de la menstruación, cuando tenemos la regla.
- Trompas de falopio: son 2 estructuras tubulares (una a cada lado del cuerpo uterino) que se extienden unos 10 cm hasta llegar a su zona más distal que denominamos Fimbrias.
La misión de las trompas de Falopio es conducir el óvulo desprendido en la ovulación hasta el cuerpo uterino. Generalmente, la fecundación del óvulo tiene lugar en esta zona.
- Ovarios: son las gónadas femeninas, encargadas de producir los óvulos y de producir hormonas como los estrógenos y la progesterona. Los ovarios (contrariamente a lo que se suele creer) no están “pegados” a las trompas, sino que se encuentran unidos al útero (mediante un ligamento, el útero-ovárico) y conectado a las trompas mediante el mesosálpinx.
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