Hablamos de desprendimiento de placenta normalmente inserta de forma prematura cuando esta se desprende, total o parcialmente, de las paredes internas del útero antes del parto.
La placenta es el órgano encargado de aportar la sangre al feto para oxigenarla y enviarle nutrientes para su correcto desarrollo. Esta debe permanecer bien implantada hasta después del nacimiento.
El desprendimiento de la placenta puede bloquear o reducir el suministro de oxígeno y nutrientes al feto y ocasionar un sangrado abundante en la madre.
Aunque suele aparecer de forma repentina, es clave tratarlo cuanto antes, ya que pone en peligro al bebñe i también a la madre.
El desprendimiento prematuro de placenta normalmente inserta, también se conoce como DPPNI.
¿Es frecuente el DPPNI? ¿Qué factores de riesgo existen?
La incidencia del DPPNI se sitúa entre el 0.4 y el 1 % de todas las gestaciones.
Los factores de riesgo que se han visto implicados son:
- Antecedente de DPPNI previo. También se ha visto incrementado el riesgo en casos de DPNNI de una hermana.
- Hipertensión materna (incluyendo la preeclampsia)
- Tabaquismo y consumo de cocaína.
- Traumatismo abdominal
- Polihidramnios o gestaciones múltiples al romper la bolsa, por descompresión del útero.
- Malformaciones uterinas o miomas (submucosos)
- Algunas mutaciones genéticas y algunos trastornos de la coagulación
¿Cuáles son los síntomas?
Los principales síntomas son: sangrado vaginal, dolor abdominal agudo y brusco y sufrimiento fetal.
- Sangrado vaginal: se produce en el 80-90 % de los casos. En ocasiones el sangrado puede ser interno y no exteriorizarse.
- Dolor abdominal agudo, que en ocasiones se refiere en la espalda
- Sufrimiento fetal, que se puede observar en el registro cardiotocográfico. El sufrimiento será en función del tamaño de la placenta desprendida, semanas de gestación, etc.
¿Cómo se diagnostica?
Suele ser un diagnóstico clínico de sospecha cuando aparecen los síntomas anteriormente descritos (hemorragia, dolor abdominal y sufrimiento fetal).
En la ecografía es difícil observar el desprendimiento; pero en ocasiones se puede visualizar (ver foto)

¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento va a depender de la gravedad del cuadro, de las semanas de embarazo de las que esté la madre, del estado del feto y de la madre.
En los casos graves, se debe finalizar la gestación mediante cesárea urgente.
En casos de desprendimientos pequeños y bienestar fetal y materno con cese del sangrado, se puede tener una actitud más conservadora siempre y cuando se realice una monitorización fetal y materna exhaustiva.
Ante cualquier síntoma o duda, debes consultar con tu ginecólogo o ginecóloga y acudir a urgencias.
¿Cuál es el riesgo de que vuelva a suceder?
Se estima que entre un 5 % y un 15 %.
Se debería realizar un estudio posterior y valorar si existen factores modificables y se aconseja cesarlos antes de buscar un futuro embarazo. También valorar si existen algunos trastornos genéticos o de la coagulación que nos orienten a tomar alguna otra medida de cara a un nuevo embarazo.
Es importante el asesoramiento posterior a la mujer con todos los estudios disponibles y en casos seleccionados habría que valorar el uso de heparina (*)
Una mujer, tras 2 DPPNI el riesgo de tener otro desprendimiento en el siguiente embarazo aumenta a un 20-25 %
BIBLIOGRAFÍA:
(*)Enoxaparin for the secondary prevention of placental vascular complications in women with abruptio placentae The pilot randomised controlled NOH-AP trial, October 2010 Thrombosis and Haemostasis 104(4):771-9
Fuentes consultadas
Libro Obstetricia (7ª edición) González-Merlo et al. Editorial Elsevier.
Secretos. Obstetricia y Ginecología. 4ª edición. Ed. Eselvier
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