Decimos que el «feto es grande para la edad gestacional» cuando se cumplen ciertos parámetros de los que hoy os voy a hablar. En este artículo explicaré cómo se diagnostica, cuáles son los controles y estudios que os pueden solicitar, cómo va a influir en el parto y por qué es importante detectar que un feto puede llegar a ser macrosoma.
Es frecuente que las embarazadas vengáis a la consulta preocupadas por si vuestro bebé será demasiado grande. A veces ha sido por un comentario de un conocido sobre su barriga, «demasiado grande para el tiempo del que estás». Otras veces, porque habéis llegado a la fecha probable de parto y no os habéis puesto de parto, y en ocasiones, porque tras la ecografía del tercer trimestre os han dicho que el bebé viene grande.
En estas situaciones, es importante que confiéis en vuestro equipo médico y no en los comentarios que os puedan hacer amigos, familiares o conocidos. Preguntad todo lo que os genere duda o preocupación. No olvidéis que disponen de toda vuestra historia clínica y solicitarán aquellas pruebas y os realizarán los seguimientos que consideren oportunos.
Antes de seguir, recordaros que tener un bebé grande (para las semanas de las que estáis) no es sinónimo de tener un bebé macrosoma.
¿Qué significa macrosomía?
Hablamos de «macrosomía» para referirnos a un recién nacido mucho más grande que el promedio. Un bebé al que se diagnostica macrosomía pesa más de 4.000 gramos, independientemente de su edad gestacional. Así, el concepto de «macrosoma» se refiere al peso del recién nacido cuando es superior a la media.
Cuando el bebé está en el útero, hablamos de «feto grande para la edad gestacional (GEG)», y se define como GEG aquel feto que está por encima del percentil 97, tomando como referencia las semanas de las que está.
¿Qué es el percentil?
El percentil es la posición que se ocupa en un grupo similar al tuyo. En el embarazo, el percentil se mira en función de las semanas de embarazo y del sexo del bebé. Las calculadoras fetales, al introducir estos datos, calcularán el percentil.
Si tenemos un percentil 70, quiere decir que comparativamente con los fetos que tienen las mismas semanas que el mío y del mismo sexo, está el 70 en cuanto a peso. Es decir, que existen 69 fetos más pequeños y 30 más grandes.
¿Cómo se diagnostica un feto GEG (grande para edad gestacional)?
El diagnóstico es ecográfico. A través de la ecografía se estima el peso fetal y posteriormente se introduce en las calculadoras fetales ese peso, junto con las semanas de gestación y el sexo del feto. Con todo eso, la calculadora dará un percentil. Cuando está por encima del P97, hablamos de GEG.

Aunque el diagnóstico vendrá dado por ecografía, debemos saber que la sospecha clínica del profesional sanitario que lleva el embarazo dará la voz de alarma. Solicitará una ecografía (aunque por semanas no corresponda) cuando vea una altura uterina superior a lo esperable.
¿Por qué es importante diagnosticar a aquellos fetos que pueden ser macrosomas?
Porque la macrosomía (Peso del RN > 4.000 gr.) se relaciona con aumento de riesgo materno y fetal. Es por ello que el diagnóstico de aquellos fetos grandes (GEG) nos permitirá hacer un correcto estudio, seguimiento y manejo posterior para disminuir esas posibles complicaciones.
Y una vez diagnosticado un GEG, ¿qué se debe hacer?
Lo primero sería confirmar en la ecografía del primer trimestre que la gestación está bien datada. Es decir, confirmar que en realidad no estamos de más tiempo del que pensamos y por eso nos dé un peso alto.
Si se confirma que la datación es correcta, se nos pueden proponer las siguientes pruebas. Aquí os explico todas las que os pueden solicitar, pero en función de la historia clínica se os solicitarán las que vuestro caso precise.
Estudio TTOG o curva larga de azúcar
Uno de los motivos del porqué un feto sea más grande de lo que genéticamente le corresponda es que la madre tenga una diabetes gestacional que no se haya diagnosticado y, por lo tanto, esos niveles altos de glucosa en sangre materna, llegarían al feto, que podría “engordar” más de lo que le correspondiera.
Ecografía con estudio morfológico detallado
Existen algunos síndromes (muy poco frecuentes) que se pueden asociar a macrosomía. Es por ello que a pesar de haber hecho la ecografía morfológica, en el momento del diagnóstico de un GEG, se realice una nueva ecografía con repaso morfológico completo. Algunos de estos síndromes son: Beckwith-Wiederman, Sotos o Costello.
¿Qué controles me realizan si me diagnostican un GEG?
En el caso de que tengas un feto GEG, como se ha comentado, te realizarán el despistaje de diabetes gestacional.
Si tienes diabetes gestacional, se te harán los controles pertinentes según este diagnóstico.
En el caso de que se haya descartado diabetes gestacional, y no haya ninguna malformación (caso en el que se seguirían los protocolos correspondientes), se llevará a cabo una ecografía entre las 38-39 semanas para valorar finalización.
¿Puedo tener un parto vaginal, si me han diagnosticado un GEG?
Es difícil contestar esta pregunta de forma genérica. Es momento de individualizado según tu historia clínica, el peso fetal estimado, y tus deseos o no de parto vaginal.
Se desaconseja el parto vaginal en PFE > 4500 gr., si la madre es diabética, y PFE > 5000 gr., si no es diabética. En estos casos, por la alta tasa de complicaciones, se indica cesárea electiva alrededor de la semana 39.
A pesar de que los fetos GEG es mejor para la correcta evolución del trabajo de parto, y disminuir la tasa de cesáreas el inicio espontáneo del mismo, se puede indicar una inducción a las 39 semanas cuando el PFE > 4.000 gr.
Otras opciones antes de llegar a la inducción farmacológica, son realizar en el seguimiento del embarazo, tacto vaginal con maniobra de Hamilton (Siempre consensuado con la embarazada) para intentar favorecer un inicio del parto espontáneo.
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